Los ginecólogos de los hospitales Materno Infantil y Clínico Universitario soportan una inestabilidad en sus puestos de trabajo que repercute negativamente en las pacientes que ven. El presidente de la Asociación de Ginecólogos y Obstetras de Málaga (AGOM), Andrés Carlos López Díaz, alerta de que si la Consejería de Salud y el SAS no hacen una planificación mejor y tienen en cuenta con previsión las jubilaciones de los profesionales, la situación irá agravándose aún más.
«Los ginecólogos malagueños sufren una falta de estabilidad en el trabajo a la que hay que buscar una solución», dijo López Díaz. En ese sentido, puso como ejemplo que la jubilación de dos jefes de sección del Hospital Materno Infantil ha traído consigo, por no haber tenido en cuenta a tiempo esa circunstancia, que otros dos ginecólogos, que ocuparon los puestos de los dos citados jefes cuando estos ascendieron de categoría, se han ido a la calle de un día para otro despedidos. Uno de esos especialistas llevaba 18 años en el hospital. «Esos casos no deben darse. Aunque no es culpa de la dirección del Materno, la sanidad pública tiene que actuar con previsión para evitar hechos como estos», indicó el presidente de AGOM.
Añadió que ahora, de prisa y corriendo, se están buscando argucias legales para volver a contratar a los ginecólogos que han perdido el empleo, pero el perjuicio ya está hecho, ya que esos médicos ni siquiera pueden entrar en la bolsa de trabajo para optar a contratos eventuales.
El doctor López Díaz recalcó que al prescindir de profesionales con una larga experiencia se crea también molestias a las pacientes que eran tratadas por ellos, al haberse quedado sin los médicos que las atendían. El presidente de AGOM subrayó que en los últimos cuatro o cinco años, la plantilla de ginecólogos del Materno ha pasado de 70 a 50, aunque el número real es de unos 45 por las bajas que no se cubren y los profesionales que están con contratos a tiempo parcial. «Hay que poner fin a este desbarajuste cuanto antes si se quiere mantener la calidad asistencial. La inestabilidad laboral no es buena ni para los profesionales ni para los ciudadanos.
Menos competencias
Por otro lado, López Díaz señaló que los ginecólogos de los hospitales han perdido competencias que antes llevaban a cabo y que ahora han asumido los médicos de familia de los centros de salud. «La labor de prevención de la salud de las mujeres ya no recae en nosotros, se hace en atención primaria. El acceso de las pacientes a los hospitales se está limitando con cortapisas», aseguró el presidente de AGOM.
Así, indicó que los centros de salud se encargan de las citologías, de los chequeos de las mamografías y del control del embarazo (a pesar de que no disponen de ecógrafos para hacer las pruebas). «Parece que lo que se pretende, por un ahorro económico, es que las mujeres solo acudan a los hospitales cuando tienen una enfermedad y no para que nosotros nos encarguemos de la prevención de su salud», manifestó el doctor López Díaz.
La suma de todos esos factores (inestabilidad, precariedad laboral y reducción de competencias) ha provocado el malestar entre los especialistas en obstetricia y ginecología de la sanidad pública malagueña. «Hace falta un aumento de las plantillas y que se acabe con el miedo a poder perder el trabajo de un día para otro. Se está menoscabando nuestra labor y eso hace que los profesionales se sientan molestos», apostilló el doctor López Díaz, que lamenta que esa situación repercuta en los usuarios.